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5 de enero de 2012

TERMINO EL SUEÑO DEL CANILLITA

El futbolista cochabambino Oliver Fernández, de 28 años de edad, murió ayer a las 14:30 en el Instituto Gastroenterológico Boliviano-Japonés del Complejo Viedma, tras permanecer casi cinco días ingresado, de los cuales los dos últimos agonizó en terapia intensiva.

Según el informe médico proporcionado por el director del Gastro, Ciro Zabala Canedo, el jugador Fernández fue internado el pasado viernes 30 de diciembre con fuertes dolores abdominales debido a un cuadro de obstrucción intestinal severa. Explicó también que el sábado fue sometido a cirugía pues los primeros estudios revelaron que Fernández presentaba un cuadro de peritonitis general, además de una úlcera duodenal.

“Desde niño mi mayor sueño siempre era ser futbolista... quería jugar en el estadio y meter un gol y que todos griten conmigo”, con esa frase confesaba su mayor anhelo a pocos días de haberlo convertido en una realidad. Comenzaba la temporada 2008 y Oliver Fernández accedió en esa ocasión a una entrevista con este periodista.

La idea entonces era reflejar cómo un canillita, que proviene de una familia de vendedores de periódicos y que comenzó jugando en el patio de su sede y “Casa Grande”, terminó llegando a convertirse en un jugador de fútbol profesional, en el orgullo de los suyos e hizo realidad su mayor sueño: convertirse en futbolista profesional y anotar un gol en el estadio Félix Capriles.

Por esas paradojas de la vida Aurora le permitió llegar a lo más alto del fútbol nacional e iniciar el sueño, tras haberse convertido en la máxima figura de los torneos de canillitas locales y nacionales.

Pero, el recorrido del futbolista tiene raíces más profundas. Entrenó desde mascota en el patio de “la sede”, y poco a poco fue ganándose el cariño en base a sacrificio, pero ante todo fútbol. Los mismos canillitas lo reconocen así, como una verdadera estrella.

Creció en fútbol y en edad, pasó por infantiles, participó en torneos intercolegiales donde enfrentó a varios futbolistas actuales defendiendo los colores de su colegio, el Mariano Ricardo Terrazas.

Ya en juveniles se lo llevaron a la Liga de la zona Sur y allí brilló junto a sus inseparables “Chubi” y “Marco”, los conocidos “tres mosqueteros” del Club Gerónimo de Osorio. Entonces Aurora puso sus ojos en ellos, pero el único que se quedó hasta anotar ese gol soñado fue “Oli”, que hasta fue campeón con los “celestes” en 2008, aunque se lesionó en la definición final.

Fue con su clásico rival Wilstermann que voló como en sueños por última vez cuando logró la Copa AeroSur hace medio año. Pero ayer, el sueño del canillita terminó.

Fuente: Opinión.

1 comentario:

  1. paz en tu tumba y serenidad a tu familia campeon.....seguiremos gritando..."oly" al recordar tus goles...

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