Wilstermann de Cochabamba, uno de los equipos más populares del fútbol boliviano, parece resurgir de sus propias “cenizas futboleras” e imitar al Ave Fénix volviendo a la vida en un año en el cual juega y gana como en sus mejores tiempos.
Lejos está el recuerdo del momento más amargo de la historia de este club, cuando en el mes de diciembre del año pasado atravesó su propio Vía Crucis con el descenso de categoría.
Este año jugó la Copa Libertadores de América; salió campeón del torneo de la Asociación de Fútbol de Cochabamba; su división sub 20 se consagro campeón nacional y protagonizó la primera versión de la Copa Libertadores de esta categoría; es actor principal del torneo Nacional “B” y ahora suma el título de la Copa AeroSur: Mucho para un equipo descendido, más de lo que quisieran tener algunos equipos de la Liga. Un dato más, llena los estadios cada vez que se presenta.
Sobre la base de jugadores con mucha experiencia, como el guardameta Mauro Machado, Ronald Arana, Marcelo Carballo, Diego Bengolea y Luis Llanos; además de Los jóvenes Amilcar Sánchez, Diego Villaroel, Nikol Taboada, Sergio Garzón, Víctor Melgar y Cristian Machado; el aporte de los argentinos Pablo Olmedo y Jorge Godoy ha logrado conformar un equipo equilibrado, bajo la dirección del entrenador argentino Claudio Chacior.
La esperanza de los hinchas se encuentra reforzada dado que estas actuaciones y victorias alientan el hecho de volver el siguiente año a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, con el pie derecho.
Wilstermann, como el Ave Fénix, ha vuelto a levantar vuelo y remonta sus alas en procura de alcanzar mejores horizontes en un año espectular, hasta aquí, para el plantel que alguna vez supo conocer las mieles del éxito en otros campeonatos.
El conjunto que junto a Peñarol iniciara la Copa Libertadores de América, está de vuelta y con buenos auspicios.
Fuente: Erbol.
wilsterman de corazon
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