En medio de una congoja general, los hinchas de Wilstermann y personas allegadas le dieron ayer el último adiós a Otoniel Novillo, ícono y símbolo de Wilstermann que falleció el viernes a las 6:00. Como muestra de cariño, la hinchada “aviadora” despidió a Otoniel Novillo en medio de cánticos y canciones, además de portar las banderas del cuadro “rojo”.
Al ser un personaje reconocido en la sociedad cochabambina, los restos mortales de don “Oto” fueron enterrados en un lugar especial, donde la gente podrá recordar y visitar al hincha número uno de Wilstermann, quien dejó un gran legado al fútbol cochabambino.
Eran las 11:00 de la mañana de sábado cuando las pinceladas rojas empezaron a colorear el gris eterno del Cementerio General de Cochabamba.
Media hora después el cuentagotas colapsó y la lluvia “roja” inundó el lugar para cambiar caprichosamente el habitual negro de los dolientes.
Más de una centenar de hinchas de Wilstermann, sin haberlo planificado, conformaron un impresionante marco para despedir al mayor ícono “aviador” de los últimos tiempos.
Banderas, camisetas cánticos. Una “cueca del wilster” y el eterno “Totora chaupimpi” invadieron el ambiente a las 12:25.
Un callejón de wilstermanistas, totoreños, cochabambinos, futbolistas y exfutbolistas, pero ante todo amigos le recibieron y acompañaron hasta su última morada.
A las 13:05 el respeto general, un solemne Padre Nuestro una voz de despedida en el viento. Llanto de familiares y el dolor hasta en la gente ajena.
Una palabra conmovedora de “don Piti” y la voz quebrada del Gobernador despidiendo a su tío.
Y en el final, unos 20 minutos más tarde, todo el pueblo “aviador”, el verdadero pueblo wilstermanista lo envolvió en su bandera, le cantó un “dale patrón” y llenó su ataúd con pétalos de rosas rojas.
El cementerio se tiñó de rojo ayer para despedir a un “rojo” de corazón. Se fue el “patrón” y al Wilster hoy le falta Otoniel Novillo.
Fuentes: Los Tiempos, Opinión.
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